Y al fin llovió



RSS

Error 502 en google.com
Le había pasado a Twitter, a Facebook y a WhatsApp. Incluso hace apenas cinco días le ocurría a los servicios en la nube de Microsoft.

Pero parecía que en esto de la disponibilidad Google estaba por encima del bien y del mal.

Su inmejorable nivel de disponibilidad ha hecho que la caída de sus sitios web, aunque apenas ha durado cinco minutos, se haya convertido en noticia de portada. Tal es la confianza de los usuarios en el buscador que las redes sociales se llenaron de comentarios de supuestos problemas en su red WiFi doméstica. Dudaron de su punto de acceso WiFi antes de sospechar que el problema estaba en los servicios de Google.

Hechos como estos nos deben llevar a reflexionar sobre dos cuestiones.


Primera. La dependencia del buscador durante la navegación por la web es enorme. Los usuarios avanzados generalmente escriben la URL del sitio web al que quieren navegar. Sin embargo, una vez que los navegadores han unificado las cajas de texto de búsqueda y navegación (jugada maestra de Google), muchos usuarios escriben el nombre del lugar al que quieren navegar y pulsan intro para que sea el buscador (habitualmente Google) quien les facilite el link al sitio web.

De este modo, si el buscador no funciona muchos usuarios no saben llegar a los sitios web pese a que éstos estén absolutamente online.

Muchas personas deambulaban perdidas durante la caída de los servicios de búsqueda ya que ni tan siquiera podían usar Google para saber por qué no funcionaba Google.


Segunda. El nivel de dependencia de los servicios de Google es descomunal. Los datos que aportan los principales medidores de tráfico son unánimes al indicar que el tráfico de Internet cayó un 40 por ciento durante los problemas de disponibilidad de Google.

El tráfico de Internet cae un 40% por los problemas de Google
Fuente: GoSquared.com
La UE sancionó a Microsoft por imponer Internet Explorer en Windows cuando su sistema operativo tenía una cuota de mercado por encima del 90 por ciento. Ahora es Google quien tiene una cuota aplastante en los servicios de búsqueda e impone su navegador, Chrome, en todos los teléfonos con Android. Es decir, domina de forma indiscutible tanto en el buscador como en el navegador usado para llegar a él.

Es casi seguro que el comisario europeo de Competencia ya está afilando el lápiz para hacer caja...


www.tonsofit.com



RSS

Censura a la pornografía en el Reino Unido. Seis charcos en los que pocearse.



RSS

Filtro antiporno en UK
Hace unos días el primer ministro británico anunciaba que su Gobierno tenía la intención de bloquear los contenidos para adultos en todas las conexiones a Internet y que estos contenidos solo estarían accesibles previa petición.

Conviene destacar que no se está proponiendo el bloqueo de contenidos regulados y penados legalmente, eso ya está prohibido por definición, sino de contenidos para adultos llevados a cabo por adultos y de forma absolutamente libre y consentida.

Por si no sabe los charcos en los que se está metiendo, ahí van algunos de ellos.


Primer charco: la pornografía puede ser reprobable moralmente pero no es ilegal. Una vez metidos en harina, algún productor de películas para adultos podría pedir, siguiendo el mismo argumento, la prohibición de revistas como Playboy o algunas otras bastante más explicitas. Incluso podrían solicitar que se aplique el mismo criterio a muchos periódicos por publicar una sección de anuncios por palabras que, como poco, raya lo soez. Hasta se podría plantear el encarcelamiento de algún dueño de gasolinera por exhibir DVDs con contenido para adultos en los estantes de las tiendas de carretera.


Segundo charco: Técnicamente es un brindis al Sol, prácticamente imposible de cumplir. Ya hay alternativas técnicas sobre plataformas sin ánimo de lucro que son tan simples de usar como configurar un proxy en el navegador. Un ejemplo es www.immunicity.org que permite cursar el tráfico sin dar información al censor de la página realmente solicitada por el navegador. Y habrá otras soluciones mucho más sofisticadas a medida que las anteriores se vayan contrarrestando, porque así ha sido siempre en la historia de Internet. Y si el principal objetivo de la protección son los jóvenes conviene destacar que generalmente tienen más conocimientos de TI que sus progenitores por lo que no les costará mucho saltarse el filtro tecnológico.


Tercer charco: Se ha decidido que quien gestione el filtro sea Huawei. El filtro provocará la existencia de un fichero de datos personales de nivel alto con las personas que desean acceder a contenidos para adultos. Y ese fichero será gestionado por una empresa china, lo que choca con otras medidas de los Gobiernos como la negativa de la CIA o el MI5 a utilizar PCs de Lenovo por la sospecha de que puedan contener puertas traseras para facilitar información a su Gobierno. China no destaca especialmente por la protección de los Derechos Humanos por lo que los ciudadanos británicos deberían mantener un cierto nivel de preocupación respecto a donde terminará su historial de navegación.


Cuarto charco: Limitar el acceso a contenidos que no son ilegales es censura ideológica. El Reino Unido se equipara a países como China con su Gran Muralla en la web, censurando cualquier contenido que se considere (que ellos consideren) no apropiado para sus súbditos. Y los ciudadanos ya hace mucho tiempo que ni son ni quieren ser súbditos (subdĭtus es el participio pasivo de subdĕre, someter, sometido).


Quinto charco: Debería empezar por fomentar unos valores y una cultura diferentes. No es compatible prohibir la pornografía en la Red con permitir anuncios en horario protegido que abiertamente hacen referencia al sexo aunque lo anunciado no guarde relación alguna. Hay casos evidentes en ciertas marcas de desodorante pero es que incluso los hay con productos bastante poco sexys como los detergentes o los dentífricos. Si quieren prohibir algo tal vez deberían empezar por limitar ese tipo de anuncios para fomentar unos valores diferentes en la sociedad que dicen proteger. Por cierto, este tipo de anuncios son casi siempre denigrantes para la mujer y lo único que ponen de manifiesto es la pobreza profesional de los publicistas que los crean.


Sexto charco: La moralina de quita y pon. Produce una similar reacción en la conciencia una imagen de sexo explícito que ver cuerpos brutalmente mutilados en cualquier telediario en prime time. Pueden comenzar por limitar ese tipo de imágenes o incluso las guerras que las originan.


Adelante, a ver lo que tardan en caerse del guindo. Solo espero que no se aficionen a la censura por estos lares.


www.tonsofit.com



RSS

Los contenidos de Tons of IT están sujetos a licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0 salvo donde se indique lo contrario.