IPv6 empieza a dar señales de vida



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Despliegue de IPv6
Han pasado ya 18 meses desde que se anunció que la capacidad de direccionamiento de Internet se había acabado. La Corporación de Asignación de Nombres y Números en Internet (ICANN) asignó el viernes 4 de febrero de 2011 los cinco últimos bloques de direcciones, lo que dio por agotada la capacidad del protocolo IP versión 4 (IPv4).

Los medios de comunicación lo contaron como el principio del fin si no se migraba rápidamente a IPv6 y, sin embargo, pasado todo este tiempo parece que no ha pasado nada, ¿o tal vez sí?

Lo que realmente ocurrió a principios de 2011 es que el organismo que gestiona el plan de direccionamiento global de Internet asignó a los ISP los últimos rangos que le quedaban. Pero eso no implica que los ISP, que son los que realmente asignan direcciones a usuarios particulares y empresas, se hayan quedado aún sin stock de IPs.

Número de direcciones IP por países
Fuente: Wikipedia
Y esto del stock de IPs por proveedores de Internet debe mirarse además desde una óptica un tanto peculiar ya que el número de IPs disponibles por países no es precisamente proporcional.

Estados Unidos tiene reservadas más de 1.500 millones de IPs (más del 35% del total) pese a no representar más de un 5% de la población mundial.

En el lado contrario están China o India que, pese a tener un 20% de la población mundial cada una, no pasan del 7% y el 0.8% respectivamente de los 4.300 millones de IPs disponibles en IPv4.

Y no es que algunos países tengan trato de favor con la ICANN, sino que en los inicios de Internet 4.300 millones de IPs debían parecer algo cercano al infinito y por ello los rangos se asignaban con bastante alegría.

Lógicamente, los países que antes se desarrollaron en Internet son quienes tienen más direccionamiento disponible.

Vistas las estrecheces de la versión 4 de IP, el grupo de trabajo que desarrolló IPv6 -allá por 1998 y dentro de la RFC 2460 del IETF- no escatimó a la hora de ampliar el rango de direcciones posibles. Así se llega a un nuevo protocolo con 340 sextillones de direcciones posibles que, puesto en forma numérica, es un 340 seguido de 36 ceros.


La evolución de IPv6

Evolución de IPv6
Fuente: Google
IPv6 tiene más de 14 años de vida y sin embargo es un gran desconocido. Su evolución no ha sido lenta, simplemente ha sido nula. En parte porque el sector de TI está cansado de agoreros que anuncian el fin del mundo (problema del año 2000, por ejemplo), en parte porque los humanos siempre tenemos algo más urgente e importante de que preocuparnos frente a un problema futuro que aún no es tal.

Por ello, la curva de crecimiento fue prácticamente plana hasta 2011 pero a partir de ahí, pese a que los ratios globales son aún pobres, la pendiente se ha ido inclinando notablemente (línea verde en la gráfica).

Y junto con el crecimiento hay otra tendencia que se muestra con total claridad (línea roja en la gráfica). Los mecanismos que el propio protocolo implementa para la transición con IPv4 -6to4 y Teredo fundamentalmente- caen con la misma rapidez con la que crece IPv6.


Entonces, si todo está preparado ¿por qué no se migra?

Vint Cerf nos pide que pasemos a IPv6
Lo más fácil es describir lo que no es un problema. Los sistemas operativos de escritorio están preparados desde hace más de 6 años. Tanto Windows como Linux y MacOS disponen de pila IPv6 desde hace al menos dos versiones. Lo mismo ocurre con los sistemas operativos de servidor que, en general, no presentan ningún problema. Incluso Java soporta IPv6 desde la versión J2EE 1.4 del año 2002. Y por supuesto, todos los smartphones y tablets soportan IPv6 sin ningún problema desde sus inicios.

Las aplicaciones no deberían tener ningún problema en el cambio de protocolo (salvo aquellas tengan filtros en función de la dirección IP o funcionalidades similares) ya que en las capas altas el cambio es totalmente transparente para ellas.

Por otra parte, los dispositivos de red (firewalls, routers, switches, balanceadores,...) están adaptados o en su caso disponen de revisiones del firmware que permiten que funcionen sin problema con IPv6.

Visto lo anterior y analizada la situación de despliegue del nuevo protocolo sólo cabría concluir que la adopción de IPv6 es técnicamente muy compleja, pero no es así. La migración es laboriosa porque exige repensar todo el plan de direccionamiento y aplicarlo de nuevo a todos los equipos y dispositivos, pero no es técnicamente compleja.

Pese a ello, las empresas no ven la necesidad de migrar porque los usuarios domésticos aún son IPv4. Los usuarios domésticos no migran porque sus proveedores de acceso a Internet no lo hacen. Y los proveedores de acceso a Internet no migran porque las empresas no les instan a ello. Pero este círculo vicioso está comenzando a romperse.


El inicio del cambio. Las razones.

El primer motivo para el cambio es el propio agotamiento del plan de direccionamiento de IPv4. Quienes más lo están sufriendo son los países emergentes que tienen una fuerte demanda de nuevas direcciones y no tienen capacidad de solicitar más al ICANN.

Crecimiento de las necesidades de direccionamiento del Internet de las cosas
Fuente: Google
El segundo motivo es la explosión del Internet de las cosas. La previsión de necesidades de direccionamiento para todos los nuevos dispositivos que serán conectados a Internet en un futuro cercano es espectacular. Se espera que en 2016 haya unos 5.000 millones de internautas y más de 20.000 millones (cuatro veces más) de cosas conectadas a la Red.

El tercer motivo es que Estados Unidos, pese a tener casi un tercio de todas las direcciones posibles de IPv4, está tirando del carro con mucha fuerza. El CIO Federal durante los años 2009-2011, Vivek Kundra, envió en septiembre de 2010 un memorándum a los CIOs de las Administraciones y Agencias gubernamentales para que hiciesen visibles sobre IPv6 todas sus aplicaciones y webs públicas antes de finales de 2012. Y parece que aunque sea sobre la campana, se va a cumplir.

El cuarto y último motivo es que países como Francia o Rumanía (líder mundial en adopción de IPv6 con más de un 8%) tienen la gran suerte de contar con proveedores de acceso a Internet que ya están migrando de forma masiva los dispositivos de sus clientes residenciales. Otros, bien por temor a lo desconocido, falta de iniciativa, escasas ganas de innovar, escasez de medios o cualquier mezcla de ellas, prefieren hacer carrier-grade NAT (lo mismo que el NAT que se hace en las redes empresariales pero a nivel de operadora) mediante grandes inversiones en electrónica, retrasando la adopción en los países de su ámbito de influencia.


Empieza a haber diferencias entre países

En el lado contrario de los países activos en la adopción de IPv6 están los países que van en el furgón de cola. Países como Italia o España (¿tal vez la baja inversión en I+D+i también determina estas cosas?), ambos por debajo del 0.05%, destacan a la baja frente a Francia (>4,5%), Estados Unidos (>1,5%), China (>1,0%) o Japón (>2,0%). Es decir, Italia y España están 30 veces peor que Estados Unidos y 40 veces peor que Japón en adopción de IPv6. O visto de otro modo, hay países que ya están migrando mientras otros siguen en la inopia.

En algún momento del futuro cercano se producirá un punto de inflexión por el que el tráfico IPv6 comenzará a crecer de forma vertiginosa (viendo las gráficas parece que estamos ya en el inicio). Y es razonable pensar que las empresas y países que no estén preparadas tendrán problemas de visibilidad de sus sitios web en aquellos otros países que mayoritariamente ya hayan evolucionado sus redes porque, como muestran las gráficas de IPv6, los mecanismos de conversión de protocolos están decreciendo al mismo ritmo que crece el propio IPv6.

Si nuestras empresas y países tienen intereses comerciales en zonas emergentes o en las grandes potencias, no podemos dejar pasar este tren, salvo que no veamos a Internet como lo que es: un gran escaparate para mostrar y vender nuestro producto. A migrar toca.



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