- «Dos de cada tres empleados esperan que los responsables de TI de sus empresas les permitan utilizar cualquier dispositivo en cualquier momento y en cualquier lugar».
- «El número medio de dispositivos (PC, tablet, smartphone,...) por empleado será de 3,3 a finales de 2014».
- «El 55 por ciento de los trabajadores cree que conectar su propio dispositivo en el trabajo es más un derecho que un privilegio y el 36 por ciento admite que ha violado o violaría si hiciera falta la política corporativa de seguridad en caso de que no se le permitiese conectarlo».
- «Casi el 80 por ciento de los empleados sacrificaría un 10 ciento de su salario a cambio de mayor flexibilidad sobre teletrabajo, incluso utilizando sus propios dispositivos para conectarse a la red corporativa de su compañía».
- «Dos tercios de los empleados cree que la seguridad de sus dispositivos personales es responsabilidad suya y no de su empresa, incluso cuando los utiliza para conectarse a las redes corporativas».
Detrás de todo esto está lo que las grandes consultoras han bautizado como
BYOD (
bring your own device) que más aterrizado determina
la facultad de permitir que los empleados utilicen sus propios dispositivos en el trabajo o permitir que se conecten a los sistemas y aplicaciones corporativos desde cualquier ubicación ajena a la red interna.
Las conclusiones anteriores se derivan de diversos estudios de Cisco, Aruba, Fortinet, Gartner o IBM entre otros. Es cierto que algunas de estas empresas no son lo que se dice neutrales con el
BYOD ya que su desarrollo implica un nuevo mercado para ellas. Sin embargo, también es cierto que algunas de sus conclusiones, al margen de que se puedan discutir algo los porcentajes, no resultan en absoluto extrañas o poco creíbles.
Los hábitos de trabajo
Los hábitos de trabajo están cam
biando y lo hacen de forma realmente rápida a medida que los nuevos trabajadores de la Generación Y se van incorporando al mercado laboral.
Se espera que en 2012 las ventas de PCs, tablets y smartphones ya superen los mil millones de unidades y la tendencia para los próximos años es al alza llegando prácticamente a los dos mil millones anuales en 2016.
Un porcentaje elevado de todos esos dispositivos inteligentes serán adquiridos directamente por usuarios finales, no por las empresas. Y de entre todos ellos, quienes quieran conectarlos con las redes y aplicaciones corporativas serán bastantes más de lo que los CIO de sus empresas puedan imaginar.
El estudio de Gartner sobre BYOD indica que son un 34 por ciento los usuarios que se conectan a las redes corporativas con dispositivos personales. O al menos eso creen los CIO porque la realidad es muy diferente; son un 69 por ciento -más del doble- los usuarios que aseguran hacerlo.
Ventajas
Sin duda, el fenómeno BYOD tiene claras ventajas para las empresas. La primera, probablemente la más clara, el coste.
La empresa puede reducir sus inversiones en nuevos dispositivos si son los usuarios quienes se auto-proveen. Es incluso probable que en algunos casos se llegue a la situación en la que las empresas no provean equipos portátiles para personas que están siempre en movilidad confiando en que sea el propio trabajador quien disponga de algún
tablet,
smartphone o
ultrabook que pueda utilizar. Probablemente parezca lejano pero también lo parecía hace unos años el que los trabajadores que están mucho tiempo fuera de la oficina no tuvieran puesto de trabajo fijo asignado en su empresa y sin embargo es ya práctica habitual en muchísimas compañías.
Pero hay otras ventajas como una mayor flexibilidad en el trabajo ya que el BYOD está muy ligado al teletrabajo. Incluso podría plantearse una mayor productividad sobre la base de que cada trabajador utiliza la herramienta tecnológica que mejor se adapta a sus necesidades y gustos.
Inconvenientes
También hay algún pero.
El principal es la seguridad ya que
BYOD exige abrir las redes corporativas a un mundo exterior hasta ahora considerado hostil. Gartner asegura que
en los tres próximos años los incidentes de seguridad aumentarán un 25 por ciento en aquellas empresas que no reinviertan al menos un tercio de lo que ahorran al no tener que comprar dispositivos.
Además, los
usuarios exigen que esa apertura de los sistemas sea completa y similar a aquello a lo que están acostumbrados, es decir, a las herramientas que usan en su ámbito personal.
Así, el 81 por ciento de los usuarios estaría realmente frustrado si tuviera que escribir su password cada vez que se conectase a Facebook y casi la mitad estaría molesto si tuviera que desinstalar Spotify de su dispositivo para acceder a información corporativa.
Ese es el reto, permitir una conexión segura a la infraestructura corporativa incordiando lo menos posible a los usuarios con claves de acceso y otros mecanismos de seguridad. De hecho, a la fecha, los usuarios identifican las políticas corporativas de los departamentos de TI como los principales obstáculos para la adopción de BYOD.
Al margen de la seguridad, hay otros inconvenientes a tener en cuenta como que los centros de atención a usuarios tendrán que lidiar con usuarios que utilizan dispositivos que en algunos casos, dada la diversidad existente, únicamente habrán visto en revistas especializadas. Es decir, el parque informático ya no será en absoluto predecible.
El futuro
El 60 por ciento de los CIO, según Gartner, plantea en el corto plazo establecer una política flexible, segura y escalable para dar respuesta a BYOD. Y todo pese a que el coste total de dar soporte a BYOD es mayor que el equivalente sin él (Forrester).
Esto implica que habrá que empezar a cambiar algunos hábitos. Dejarán de tener tanto sentido (o ninguno) los complejos procesos de homologación de hardware. A fin de cuentas, si los usuarios pueden decidir qué utilizan para conectarse, ¿qué sentido tiene homologar uno u otro dispositivo? La contrapartida es que habrá que diseñar infraestructuras que funcionen con todos ellos.
Respecto al software, tampoco tendrán mucho sentido aplicaciones de gestión como las que permiten distribuir software en modo push a los dispositivos o las aplicaciones de inventario de tablets y smartphones. Todo tendrá que ser en base al concepto contrario: distribuir software en modo pull -como lo hace la web- o descubrimiento en tiempo real.
Incluso afectará a los procesos. Por ejemplo,
los centros de atención a usuarios y el personal de soporte tendrán que aprender a trabajar con un cierto grado de incertidumbre porque trabajarán con usuarios que utilizan dispositivos que no conocen.
Los usuarios, más que nunca, quieren conectarse desde cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquier dispositivo. Están ya acostumbrados a ello debido a la
consumerización de TI. Por eso, ya no son válidas técnicas para identificar al usuario o al equipo en base a algo prefijado con antelación. Ahora hay que trabajar con una mezcla de información que permita determinar el riesgo: quien se conecta, desde qué equipo se conecta, qué software de seguridad tiene instalado ese equipo, a qué aplicación se conecta,... y en base a ello bloquear o permitir el acceso.
Un gran reto por delante.
Enlaces relacionados:
› Informe de Cisco. Los responsables de TI respaldan el fenómeno BYOD.
› Informe de Fortinet. ‘First Generation’ BYOD Workers Pose Serious Security Challenges to Corporate IT Systems
› Informe de Gartner. Gartner Survey Shows BYOD Is Top Concern for Enterprise Mobile Security
› Informe de Forrester. The costs and benefits of BYOD
› Enterprise Mobility Blog de IBM: Bring your own device (BYOD): the new movement in mobility
› Tons of IT: Consumerización de la informática corporativa
www.tonsofit.com