Hace no demasiado tiempo el mercado de TI empresarial se planteaba si estaba siendo absorbido por las tendencias del entorno doméstico, algo que algunos denominaron consumerización de la informática corporativa.
Y una rápida mirada a la prensa especializada en tecnología evidencia que la anunciada consumerización es ya una realidad.
La tecnología nacida en el entorno doméstico y las redes sociales han eclipsado por completo a cualquier otra tecnología empresarial. Por poner un ejemplo, la noticia de que IBM dispone de un prototipo que emula el funcionamiento de la sinapsis cerebral, algo absolutamente extraordinario desde todo punto de vista, compartía espacio, tamaño y tipografía con cambios menores en la interfaz de usuario de sitios web como Facebook o Twitter.
Y no es solo que la interfaz de usuario de Facebook tenga menos importancia que la producción de un chip que es capaz de emular el funcionamiento biológico del cerebro humano (por supuesto, tiene muchísima menos importancia), es que incluso es cuestionable que Facebook sea una empresa tecnológica.
¿Son las empresas sociales realmente empresas tecnológicas?
Facebook es una gran empresa desde el punto de vista social e incluso antropológico. Ha sido capaz de dar con la clave -y los algoritmos- de la forma a la que a los humanos nos gusta relacionarnos y eso tiene un mérito inmenso. Sus datacenters tienen también una gran técnica para mantener un volumen colosal de usuarios con un tiempo de respuesta reducidísimo. Pero como tecnología, Facebook no destaca especialmente; cualquier grupo de estudiantes de grado podría hacer la tecnología del núcleo de Facebook en unas pocas semanas de trabajo (obviamente, sin incluir su enorme ecosistema; únicamente el núcleo, incluyendo el muro, los perfiles, el sistema de solicitud de amistad y el sistema de publicación).
Y lo mismo podría decirse de otras empresas 'tecnológicas' de moda como Flickr, Twitter, Linkedin, Instagram, Foursquare,... En todas ellas se pone de manifiesto que la barrera de entrada de sus competidores no es la tecnología sino su base de usuarios o, como mucho, sus 'algoritmos sociales'.
Volviendo nuevamente a la prensa especializada en tecnología, resulta sorprendente que estas nuevas empresas pseudo-tecnológicas tengan más relevancia mediática (en número de titulares) que IBM, HP, Microsoft, Oracle, Google (excluyendo las de Google+), SAP,...
Todas estas empresas sociales han ayudado a transformar el mundo en muchos aspectos como probablemente nunca antes. Pero decir que Twitter, Linkedin o Facebook son empresas tecnológicas es tanto como decir que los periódicos y las cadenas de televisión también lo son porque mantienen una web donde publican sus noticias y vídeos. Estas últimas tienen presencia en Internet pero su actividad clave está alrededor de las noticias y la comunicación. Lo mismo aplica para la mayor parte de las empresas sociales ya que, aunque están basadas al cien por cien en Internet, el corazón de su negocio no es realmente la tecnología sino las interacciones sociales y la antropología.
Las nuevas generaciones
Se corre el riesgo de que la siguiente generación de profesionales de TI, probablemente la generación de profesionales mejor preparada de la historia por ser la primera integrada por verdaderos nativos digitales, crea que los sistemas de información que mantienen el mundo están basados en redes sociales y las aplicaciones que se construyen a su alrededor.
Tendrán que esforzarse mucho para demostrar que es así -y probablemente lo harán porque tienen la visión necesaria para hacerlo- porque la realidad es que los sistemas de información que mantienen los bancos, las empresas de telecomunicaciones, las compañías de seguros, las de logística, la administración, transporte, manufactura,... poco o nada tienen que ver con las redes sociales.
Obviamente, las empresas usan las redes sociales como herramientas de marketing, promoción, fidelización, comunicación y otras mil cosas más, pero se está aún muy lejos de que los sistemas de información internos de las compañías se socialicen; el core de estos sistemas está, hoy por hoy, completamente al margen de todo eso.
Por terminar con algo positivo, la dominación de la informática doméstica también tiene su lado bueno. La imagen del profesional de TI ha evolucionado desde la persona a la que nadie comprende por utilizar un ininteligible dialecto propio (algo que, tal y como ocurre con la letra de los médicos, denota una enorme endogamia) a ser una persona mucho más normal, quizá un poco geek a veces. Y eso es bueno... creo.
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Dominados por la informática doméstica
domingo, 6 de noviembre de 2011
Publicado por
Manu
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Saludos desde
Dallas, Texas, EEUU
Trabajo como programadora en abap 4 y muchas veces tengo la sensación de que mi trabajo es del siglo pasado , sobre todo cuando hablas con gente que esta metida en cosas de la web 2.0. Pero mi trabajo ayuda a funcionar cada día a una gran empresa siderúrgica y eso no me parece tan anticuado. :-> Vivo cada día esa diferencia de los dos mundos de la que hablas. Marivi.
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