Sin embargo, estos cambios son en muchos casos no grandes sino realmente descomunales. No ya en la optimización de costes de diseño, fabricación, logística, venta, marketing,... que permite Internet -sobre eso creo que nadie discute las ventajas- sino en la forma misma de concebir algunos modelos de negocio.
Hasta la irrupción de los nuevos jugadores de Internet y su economía del regalo los economistas distinguían seis posibles posicionamientos respecto a valor y precio, a saber (para no herir la sensibilidad de las empresas de TI pongamos ejemplos del sector del automóvil):
- Menos valor por mucho menos precio. Un ejemplo podría ser Lada.
- El mismo valor por menos precio. Tal vez Citroën.
- El mismo valor por el mismo precio. Quizá un exponente de este posicionamiento sea Opel.
- El mismo valor por más precio. Quien se posicione aquí tendrá serios problemas a corto/medio plazo.
- Más valor por el mismo precio. Podría ser Volkswagen.
- Más valor por más precio. Mercedes-Benz quizá.
La economía del regalo de Internet añade una nueva categoría y un nuevo posicionamiento en la lista: el mismo valor por nada.
Las nuevas empresas de Internet (Google, Twitter, Flickr, Facebook, Skype, Craiglist,...) no repercuten los costes a los usuarios si los mercados pueden sostenerse y cuando no es así cobran lo mínimo posible a sus usuarios. Para ello intentan buscar fuentes de financiación intrínsecas del mercado más allá de lo fácil y obvio: cobrar a sus clientes.
La primera ventaja de este modelo es que en gran medida disuade a la competencia. El modelo es eficiente desde el punto de vista económico al tiempo que unos ingresos directos mínimos o inexistentes hacen que el mercado no resulte demasiado atractivo para la competencia. Lógicamente, estas empresas tampoco pueden vivir del aire por lo que deben buscar financiación por otras vías para complementar el escaso margen de negocio que aportan los usuarios.
La segunda consecuencia de esta forma de hacer negocios es la híper-rotación. Cualquier negocio se determina mediante la ecuación margen x rotación. Si hablásemos de cadenas de moda nos referiríamos a Zara como negocio a bajo margen y alta rotación (vende mucho y con poco margen) o Loewe en el extremo contrario. El modelo basado en la economía del regalo tiene un margen ridículo, en ocasiones cero, por lo que el negocio únicamente es rentable con una rotación tendente al infinito. De ahí que sea tan importante determinar si una determinada red social o un servicio de correo gratuito tiene cien o doscientos millones de usuarios. En este caso, por tanto, el tamaño sí importa y mucho.
La tercera virtud es que se crea un lazo de amistad y confianza entre empresa y cliente.
El cliente sabe que la empresa únicamente le cobrará cuando sea absolutamente necesario para financiar el producto o servicio y que el precio estará acorde con el valor y la experiencia de uso proporcionados. En el resto de ocasiones se intentará que el mercado sea autónomo, que se autofinancie. A su vez, la empresa gana clientes con elevados niveles de fidelidad a la marca.
Claros ejemplos de economía del regalo podrían ser los servicios de correo electrónico de Hotmail o Gmail, las llamadas telefónicas de Skype, los servicios de mapas como Google Maps o Bing Maps, los anuncios clasificados de Craiglist, redes sociales como Facebook o Twitter, servidores de ficheros como Megaupload, servidores de imágenes como Flickr o Picasa, servicios de subastas como eBay o formas de pago como PayPal.
En algunos casos estos negocios buscan la financiación en la publicidad (Hotmail, Gmail, Facebook,...), en otros buscan masa crítica para vender posteriormente sus servicios premium (Skype con las llamadas a teléfonos convencionales), en otros cobran cantidades mínimas en forma de comisión (eBay o PayPal), en otras obtienen conocimiento gratuito de sus usuarios que posteriormente pueden utilizar o vender (Google Analytics),...
A medida que se vaya produciendo la convergencia real de Internet con muchos sectores de la economía se irán poniendo de manifiesto las diferencias a la hora de plantear los negocios. Hace unos días hablábamos del negocio telefónico tradicional vs la voz sobre IP pero después -o en paralelo- vendrán, por ejemplo, las cadenas de televisión and more. Será divertido ver qué modelo triunfa.
¿Más ejemplos de economías del regalo?
www.tonsofit.com
Alguien debería explicarle esto a mi proveedor de Internet que me acaba de intentar subir la tarifa por la puerta de atrás. Me manda una carta diciendo que si no voy a su página web y lo rechazo me sube de oficio la velocidad y el coste. Y de paso el procedimiento que usa es ilegal porque me obliga a darle mi cuenta de email y marcar la casilla de "permito que me envíen publicidad" como única vía para rechazar un producto que no he pedido ni quiero.
ResponderEliminarSiguiendo tu lógica a eso se le debería llamar la economía del castigo. El día que haya un Telco con un poco de decencia se llevará a los clientes de calle.
Siempre he pensado que nadie regala nada hoy en día. La economía capitalista no lo permite, sería como dinamitar sus bases.
ResponderEliminarMuchas veces, detrás de los servicios gratuitos, se esconden intenciones comerciales como la venta de tus datos personales q otras empresas, "enganchar al cliente" para futuros servicios de pago, crear la necesidad al cliente y empezar a cobrar por un servicio que antes era gratuito, etc...
No niego, sin embargo, que el usuario sale beneficiado en el corto plazo, pero como decía mi abuela:
"Al soldado que le dan de beber, o le han molido a palos o le van a moler".
Totalmente de acuerdo. Hace unos días alguien me lanzó el reto de saber por qué Google invierte tanto dinero en cosas como Gmail o Analytics que realmente no le reportan ningún beneficio y si muchos costes.
ResponderEliminarY creo que tengo la respuesta. Sin Gmail o Analytics, Google tal y como la conocemos simplemente no existiría porque su negocio no sería viable. La publicidad por Internet los necesita hasta el punto de que sería imposible sin ellos.
Las cosas gratis no se valoran, es decir, cuando lo das gratis el usuario no le da la suficiente importancia. La posición de google es crear la dependencia hacia el producto a través de mas funcionalidades. Con franqueza he visto pocos productos mejores que el picasa para organizar mis fotos en el PC y es evidente que se da gratis para posicionarse entre los usuarios, igual que el google earth (que ya tiene versión pro), igual que muchos otros que vendrán.
ResponderEliminarNo creo que el objetivo final de google sea "vivir de la publicidad" toda su vida, mas tarde o mas temprano el que no tenga su cuenta de gmail, no introduzca sus documentos en docs, etc. no será "nadie" y en ese momento google estará tan bien posicionado como se posiciona Microsoft en el entorno domestico.
Entonces, yo creo que Google nos sacará el aro y nos obligará a pasar a todos por él (sea como sea el aro, estrecho, con clavos o ardiendo).
Hola Foden, no tengo claro lo de que Google acabará cobrando por las cosas cuando consiga masa crítica o cuando se haga imprescindible.
ResponderEliminarMe baso en que su producto estrella, el buscador tiene un 89,5% de cuota de mercado (por cierto, por primera vez en muchos meses baja del 90%) y aún así jamás ha 'ensuciado' la home. Los anunciantes pagarían una fortuna por poner publicidad en www.google.com y Google, al igual que Bing, nunca lo ha hecho. Yahoo si lo hizo y así le ha ido... De hecho, dicen que Google presume de tener menos de 50 palabras en su página principal, y si las cuentas verás que es cierto.
Creo que si Google utilizase su posición de liderazgo en algunos mercados para de repente forzar al pago por el uso de sus productos perdería uno de sus intangibles más importantes como compañía: la confianza de sus usuarios. Su lema Don't be evil se le volvería en su contra.
Pero como tampoco puede vivir del aire, coincido contigo en que es probable que vayan surgiendo versiones 'premium'. El tiempo dirá.